Condenan a una TCAE por maltratar a una anciana en Gijón: "Te voy a arrancar la cabeza"
A. A. N., una palentina de 27 años, ha sido condenada por el Juzgado de lo Penal número 3 de Gijón a ocho meses de prisión por maltratar a una anciana en el geriátrico en el que trabajaba como TCAE. El juzgado la encuentra responsable de un delito contra la integridad moral de J. F. B., residente de la Residencia de Montevil fallecida a la edad de 92 años el 23 de febrero de 2020. Según la sentencia la condenada utilizaba hacia la anciana expresiones despectivas e intimidantes. "Te voy a arrancar la cabeza, me cago en tu alma entera, venga o te meto la cuchara", son algunas de las frases que tienen recogidas en grabaciones dos de sus hijas.
La sentencia se ha dictado por conformidad de las partes, pero la familia no parece satisfecha: No nos quedó otro remedio que aceptar la conformidad. Es inaceptable que la pena sea tan baja para una mujer que trató de esta manera a una persona indefensa, sostiene María Josefa Rodríguez, una de sus hijas. Además de los ocho meses de prisión, la condenada deberá indemnizar a la familia con 600€ a repartir entre los diez herederos y con 3.000€ a las dos hijas que decidieron interponer la demanda. La acusada ha sido inhabilitada para el desempeño de profesión durante ocho meses. Como carece de antecedentes penales, no entrará en prisión.
Además de considerarla insuficiente en sus términos legales, su hija considera que no hay condena que pague el sufrimiento de mi madre durante cinco años. Porque según cuenta su hija María José, que no reside en Gijón, su madre alertó al resto de familiares sobre los hechos durante años, pero la falta de consenso entre sus hijos imposibilitó que la anciana saliera de las instalaciones de Montevil.
Mi madre decía la verdad cuando se quejaba de los malos tratos del personal. Jamás olvidaré la mirada clavada mientras me pedía que la sacáramos de ese lugar, lamenta la denunciante, quien asegura tener grabaciones de audio que implican a más personal del centro maltratando, incluso, a más residentes.
La Fiscalía debería investigar a fondo esa residencia porque sabemos de familiares que no pueden demostrar los malos tratos que sufren o han sufrido sus mayores, sostiene. Cabe destacar que la dirección del centro decidió despedir a la condenada al conocer la denuncia emitida en 2019.
Fuente: EL COMERCIO