La Navidad con la que soñó Javier
El Corte Inglés decora la unidad de oncología infantil del Hospital Materno para cumplir el deseo de un niño que falleció, cuya familia sigue vinculada a la planta.
Una TCAE que se jubila este año ha movido todo
A Javier le gustaba mucho
la Navidad, como a todos los niños. Javier tenía 9 años. Los cumplió el
mismo día que empezó con quimioterapia. Durante el tiempo que estuvo en
la Unidad de Oncohematogía Pediátrica, en el Hospital Materno Infantil
de Badajoz, expresó su deseo de que El Corte Inglés decorase esta
planta. Le gustaban sobre todo sus luces. Los días que su padre lo
acompañaba a las sesiones de radioterapia, su madre, María José Ramilo,
se acercaba al centro comercial y le compraba adornos para el árbol: un
día una cinta, otro una bola. Son los únicos adornos que ahora decoran
en Navidad la casa de esta familia en Cáceres. Javier Casero falleció el
9 de enero de 2019. Pasó su última Navidad en la habitación 504.
Carmen Monterde es TCAE de esta unidad desde que se inauguró en 2005. Este año
se jubila y quería dejar una huella en el lugar al que tan unida se
siente. Carmen es de las que se pone en la delantera cuando hay que
decorar la planta en Navidad y nunca olvidó el sueño de Javier. Ella
siempre le respondía bromeando que no tenían dinero para contratar a El
Corte Inglés. Hasta que este año decidió que debía dar el paso. A la
pena de jubilarse se unió la del deseo incumplido de aquel niño, que
sigue teniendo muy presente.
Carmen decidió pedir
presupuesto y llamó a Sofía López, una amiga que trabaja en una firma de
cosmética en El Corte Inglés. Al día siguiente, Sofía se lo comentó al
director del centro, Rafael Oltra, quien no dudó en poner a disposición
de este deseo los recursos necesarios, de manera gratuita. A través del
responsable de Comunicación, Miguel Luna, se pusieron en contacto con
Carmen «y empezaron a moverlo todo», cuenta la enfermera, que pidió
que se hiciese en el puente de la Inmaculada porque a los niños les
daban el alta.
La enfermera lo comentó
antes de nada con los padres de Javier, que también querían contribuir
en el gasto de la decoración. La familia sigue en contacto con la
planta. La madre organiza actividades y sorteos para recaudar dinero
destinado a material del que la unidad carece, como el mobiliario del
aula, una pizarra para el quirófano, un colchón antiescaras y otras
necesidades. «Yo sé que hay otros padres que cuando les ha sucedido se
han desvinculado del hospital, yo he hecho lo contrario, porque creo que
mi hijo me está diciendo desde ahí arriba: 'mamá, hazlo por ellos'»,
relata María José. «Que salga esto a la luz es una forma también de
agradecérselo», comenta Carmen. «Es una manera de sentir que tienen a su
hijo con ellos».
La tarde noche del
miércoles pasado llegó la revolución a esta unidad hospitalaria.
Estefanía García es la responsable del departamento de decoración de El
Corte Inglés en Badajoz. «Me llamó el director y me contó la historia de
Javier, me preguntó si me subía al carro y le dije que de cabeza, y que
ponía la mano en el fuego por mi equipo, como así fue, todos tiraron
conmigo». Salieron de trabajar y se plantaron en el Materno los once
integrantes del departamento, vestidos de negro con gorros de Papá Noel.
Se pusieron manos a la obra. Entre ellos también el director de El
Corte Inglés y, por supuesto, Sofía. Todos de manera voluntaria y
entusiasta. «Fue muy emotivo», cuenta Sofía. Invirtieron más de cuatro
horas. Los elementos decorativos son de la Navidad anterior: dos grandes
soldados de plomo en la entrada, una alfombra roja en el pasillo, tres
árboles y casitas, cortinas de luz y bolas de nieve colgando del techo.
En la puerta de cada habitación (hay 11: 7 de hospitalización y 4 de
aislamiento) se ha colocado un adorno con un gnomo, menos en la 504, que
tiene un caballito de madera rojo. A Javier le gustaban mucho los
caballos. En el hospital de día se han rescatado los elementos de
decoración que ya tenía la unidad. «Como es su zona de batalla, que
vieran su Navidad», cuenta Estefanía, quien no deja de repetir que «ha
sido un trabajo maravilloso». Al terminar, ya en la calle «se nos caían
los lagrimones». «Este ha sido el mejor regalo de la Navidad», expresa
Estefanía.
Cuando niños y padres
llegaron el viernes se sorprendieron. «Parece todo menos un hospital»,
cuenta Sofía. «Se han pasado cuatro pueblos, de lo bonito que lo han
puesto», describe Carmen, quien quiere expresar que esta iniciativa es
por Javier y por todos los niños que han pasado por esta planta. «Es
duro, pero también nos llevamos muchas satisfacciones, son muchos más
los niños que se curan que los que se quedan en el camino y para
nosotros estos padres son nuestra familia». Para esta mujer, lo sucedido
«es algo maravilloso, porque también se ha cumplido mi sueño, llevo
muchos años detrás de esto y era el momento de hacerlo, porque el año
que viene por estas fechas ya no voy a estar». Su sueño no termina este
año, pues El Corte Inglés se ha comprometido a seguir decorando esta
unidad en navidades sucesivas.
La familia de Javier no ha visto aún la planta decorada. María José trabaja en el Hospital Parque San Francisco, en Cáceres. La familia procede de Santa Marta de Magasca. Desde que le comunicaron el diagnóstico de su hijo, ella sabía que no se curaría. Como iban a ser sus últimas navidades «todo lo que me pedía, como cualquier madre, yo se lo compraba, veníamos los viernes y nos volvíamos con los adornos de Navidad de El Corte Inglés». Javier falleció la noche del lunes al martes, del 8 al 9 de enero. El día de Reyes se había celebrado el sábado anterior. Ya tenía las defensas muy bajas y le pidió a la oncóloga «que por favor lo dejara irse a casa, porque los Reyes Magos no sabían dónde estaba y no iban a saber dónde dejarle los regalos». La convenció y se volvieron. María José habló con el alcalde de Santa Marta para pedirle que Sus Majestades fuesen a verlo después de la Cabalgata. Así lo hicieron. «Mamá, he sido el niño más feliz porque han venido los Reyes a mi casa». Cuenta su madre que Javier nunca se quejó. «Mamá, sé que no me voy a curar nunca, pero he sido feliz», le dijo aquella noche. María José tiene a su niño siempre consigo. «Este año verá cómo se ha decorado toda la planta y estará muy contento».